El diálogo es una forma pedagógica muy utilizada en los primeros tiempos del cristianismo. Mediante preguntas y respuestas, el discípulo se va adentrando en la sabiduría del maestro espiritual.
Recogiendo esta forma tan querida de los primeros Padres del desierto, el Hermano Esteban de Emaús y otros monjes urbanos, nos presentan el camino espiritual de un joven novicio, en el que estamos representados cada uno de nosotros, que pregunta y muestra sus dudas al maestro espiritual con el deseo de empezar, adentrarse y subir en el camino de la vida contemplativa.
Por eso, sus conversaciones ante el fuego de la chimenea, ante el ícono, en el frío de la celda del maestro, o mediante extractos de cartas personales, tratan los variados temas que les asaltan a los que empiezan en el camino espiritual: cómo empezar a orar, cómo vencer las distracciones, qué papel tiene la ascesis en la vida espiritual, qué hacer con las dudas sobre la propia vocación y sobre la fe, etc.
Todo un variado conjunto de escollos y explicaciones que llevan la paz al principiante y animan al que ya ha pasado las primeras estancias del castillo interior, en expresión de Santa Teresa.
Priman en el libro la realidad de las situaciones y la claridad en las respuestas, como expresión de que se habla de lo que se vive.
No dudamos de que este libro puede ser una ayuda muy eficaz y un acicate para todos los que no se atreven a comenzar el camino de la oración o, una vez empezado, dudan si seguir por él, ante las dificultades que se presentan.
Enumeramos a continuación algunos de los temas que se abordan:
- Afirmar a Cristo
- La actitud necesaria
- Ego y ascesis
- La virgen y el silencio interior
- Ayuno soberbia y conversión
- Un rato de quietud
- Orar siempre
- La existencia de Dios y la belleza
- Entre la fe y la razón
- En línea con su voluntad
- De visita en las ermitas
- Sermón a los aspirantes sobre la unción y la reverencia
- Sermón sobre la necesidad del Espíritu Santo
- Una forma de vencer
- Fundamentos de la jornada
- Cómo orar
- La oración continua
- Sagrada presencia