Alexander von Humboldt nació en Berlín, en 1769, en el seno
de una familia que exhibía títulos de nobleza, aunque tan
sólo desde hacía dos generaciones. Estudió en las Universidades
de Frankfurt, Berlín y Gotinga y en la Academia de Ingenieros
de Freiberg. En 1799 viajó a España y obtuvo del rey Carlos IV
permiso para explorar las islas Canarias y los territorios
españoles en Hispanoamérica. Junto con el botánico francés
Aimé Bonpland recorrió Venezuela, el Orinoco, Cuba,
Bogotá, Ecuador y México. Antes de regresar a Europa fue
invitado a Estados Unidos por su presidente, Thomas
Jefferson. Ya en el Viejo Continente (1804), con su rico bagaje
de colecciones y tras haber recogido importantes datos
cientificonaturales, geográficos, estadísticos y etnográficos,
emprendió la gran tarea de poner sobre el papel sus
descubrimientos y conclusiones. En 1829 realizó una nueva
expedición al Asia rusa, subvencionada por el zar Nicolás.
Sería la última. A partir de entonces se dedicó plenamente a
escribir. Su obra científica, muy copiosa en títulos y en
muchos casos de notable originalidad y riqueza de datos, supuso
una aportación muy importante a diversos campos del
saber, y en especial, al conocimiento de buena parte del
continente americano. Murió en su ciudad natal, a los
80 años de edad.