Luego de El viento que arrasa, su primera novela, verdadero acontecimiento literario debido a la gran aceptación de público y crítica, con Ladrilleros Almada se consolida como una de las escritoras ineludibles de la literatura argentina contemporánea. Vuelve a poner en escena su mundo propio: personajes cinematográficos atrapados por un aire de violencia latente, por el clima del Litoral, por el habla popular de una lengua que es, al mismo tiempo, realista y poética, por la destreza para contar una historia y dejarnos sin aliento hasta el desenlace.