Mediante la aplicación innovadora del psicoanálisis lacaniano y la filosofía, el autor desenmascara la actuación de la ideología en el mundo posmoderno con virulenta ironía. El sujeto parece olvidarse de las relaciones sociales que hay detrás de las cosas a pesar de que sabe que las hay,actuando como si no lo supiera. En este sentido, expresa que más importante que las relaciones sociales que anteceden a la mercancía, es descubrir por qué dicha mercancía adquiera tal forma. A partir del postulado marxiano ellos no lo saben, pero lo hacen, el autor expone que, por el contrario, en la actualidad la fantasía ideológica consiste en la acción cínica, es decir, ellos saben muy bien lo que hacen, pero aun así lo hacen. De esta manera, plantea que aún no hay una situación social posideológica, pues la ideología, más que en el saber, se encuentra en el hacer.