The ruined landscape of our present appears inscrutable. Nevertheless, this book provides us with a new cartography, accompanied by a political question: what would happen if the ciphered text of our time could only be understood through a condensed monetary code? With this as the starting point, an artistic cryptanalysis of the age of late capitalism unfolds relentlessly. The “era of the literal” appears to shape forms according to money: all the objects in the world, each one of our most intimate desires and -in short- the entire world itself, suffer a fierce alchemy according to the impulse of a monetary rewriting of life. If money itself is a work of art, what is the place for art in the world of money? With its disturbing answer to this question, this book is a call – the final call – for the reader to awaken, alongside art, a new politics.//
El paisaje en ruinas de nuestro presente parece inescrutable. Sin embargo, este libro nos provee una nueva cartografía, a la que acompaña de una pregunta política: ¿qué ocurriría si el texto cifrado de nuestro tiempo no fuese sino legible a partir de un código condensado en el dinero? A partir de allí, un criptoanálisis artístico de los tiempos del capitalismo tardío se despliega implacable. La “era de literalidad” parece moldear las formas según el dinero: todos los objetos del mundo, cada uno de nuestros deseos más íntimos y, en definitiva, el mundo mismo en su totalidad sufren una alquimia feroz según el impulso de una reescritura monetaria de la vida. Si el dinero es una obra de arte, ¿cuál es el espacio del arte en el mundo del capital? En su estremecedora respuesta, este libro es a la vez un llamado, el último llamado, para que el lector despierte, junto con el arte, a una nueva política.