Actor secundario y poco conocido, el neoplatónico Plotino (204 - 270) constituye sin embargo un hito en la historia del pensamiento, pues nos ayuda a entender la transformación espiritual de Grecia en los siglos que ponen fin al mundo antiguo. Presa de una profunda crisis existencial, el Occidente grecorromano se dejó fecundar por las corrientes religiosas orientales al tiempo que las dotaba de un rigor conceptual superior. Dotado de una clarividencia legendaria y admirado por los asistentes a su escuela gratuita de Roma, Plotino concibió su filosofía como una ambiciosa síntesis de todo el pensamiento griego llamada a superar el dualismo de Platón y Aristóteles. En el centro de su sistema, la concepción dinámica del Alma como un puente activo que permite transitar entre la cima y la base del cosmos sin perder la distinción rigurosa de los distintos niveles de realidad ni la trascendencia del Uno del que todo emana y al que todo retorna.
Manuel Cruz (Director de la colección)