8 de junio de 1954, plena Guerra Fría. Alan Turing, el matemático visionario, es encontrado muerto en su casa de Wilmslow, Inglaterra. Junto al cuerpo, una manzana a medio morder con evidentes restos de cianuro parece haber sido la causa. La investigación de lo que parece un claro caso de suicidio es encargada al joven inspector de policía Leonard Corell, que muy pronto empieza a albergar dudas en el curso de sus averiguaciones. ¿Por qué motivo la documentación relativa a Turing es altamente confidencial y ha sido clasificada?
¿Tuvo algo que ver su implicación en Enigma, la máquina de su invención que logró descifrar los códigos nazis? Su reciente condena por homosexualidad hizo saltar las alarmas en el seno de los servicios secretos: ¿pudo haber sido chantajeado por espías soviéticos, convirtiéndolo en un agente doble? ¿Podría tratarse de un complot en el que están implicadas las más altas instancias del país?