Imagina ser un testigo anónimo de personas que apuestan por la muerte de alguien famoso o que atacan y exponen a inocentes. Imagina participar como espectador virtual en la conformación de grupos extremistas, en redes de tráfico de personas, y adquirir bienes con una moneda de cambio «oscura»; presenciar actos ilícitos y terribles, como la pedofilia o la pornografía infantil y, al mismo tiempo, observar cómo se comercia droga libremente, sin poder denunciar ni hacer nada al respecto. Supón que con un clic se destapara todo el acceso a la pornografía en directo y emergieran comunidades proanorexia y grupos de personas proflagelación. Estas no son imágenes de una película de terror, todo esto está ocurriendo en este preciso instante en la red oculta, mientras tú navegas por las redes sociales, foros y correos que nos ofrecen los navegadores tradicionales en internet.
En la nueva era global de las comunicaciones, los fenómenos digitales y las redes, el anonimato es el lugar de poder de este escalofriante submundo en el que aparentemente todo está permitido. Desde su nacimiento, internet había traído consigo una visión idílica de la conectividad que podía unir en más de un sentido a la humanidad. Sin embargo, como explica el autor, «por cada visión soñadora de futuras utopías también había una vívida pesadilla distópica».
Jamie Bartlett aborda este tema controversial y sensible con gran lucidez, objetividad y precisión en búsqueda de una mayor comprensión del comportamiento humano bajo anonimato escudado y potenciado por las tecnologías.