El presente volumen, primero de una colección consagrada a la Historia Universal, está escrito por prehistoriadores. Con ello se pone de manifiesto, ya desdé el comienzo de esta obra, que todo su interés se centra en la transición de la prehistoria a la historia. Hace tan sólo unas décadas aún se presentaba la prehistoria como un. compartimento estanco. Sus métodos la emparentaban más que con la historia con las ciencias naturales, especialmente con la geología. Por otro lado, entre la fase final de .La prehistoria, el Neolítico, y los primeros imperios del Próximo Oriente, cuyo estudio correspondía ya a las disciplinas clásicas, se abría un vacío casi total. Con posterioridad a la guerra de 19l4-1918
se multiplican los yacimientos arqueológicos en aquellos lugares donde se asentaron las antiguas civilizaciones del Asia anterior, y, lentamente, han conseguido colmar este vacío. Se ha podido observar así que, desde el valle del Nilo al del Indo, las instalaciones neolíticas se insertan entre los restos del Mesolítico y los primeros poblados de los agricultores y ganaderos predecesores de la gran civilización urbana. Este contacto, realizado sobre el terreno, entre dos disciplinas que venían operando
de modo paralelo, ha contribuido a ampliar y enriquecer el campo histórico. Se puede definir la investigación científica por sus dos operaciones básicas: indagación científica del pasado del hombre
con ayuda de los testimonios que de él han llegado a nuestras manos, y reconstrucción de este pasado en esquemas inteligibles. A partir de los grandes eruditos del Renacimiento, el historiador ha dirigido principalmente sus esfuerzos a elaborar la crítica de los testimonios escritos y a establecer criterios que permitan decidir acerca de la autenticidad, veracidad o grado de verosimilitud de un texto. Este esquema conceptual se ha desmoronado ante la dimensión alcanzada por los hallazgos arqueológicos.
Las decenas de miles de textos exhumados han hecho retroceder los confines de la historia escrita hasta comienzos del IV milenio a. C., revelándonos pueblos y civilizaciones desconocidos.
En la composición de este volumen han participado numerosos colaboradores. Pero no se ha intentado ni uniformizar sus trabajos ni preparar la transición de uno a otro. Tal como se presenta, esta obra refleja mejor el e~tado actual de la investigación y el aspecto necesariamente discontinuo de la documentación
prehistórica. El conjunto sigue siendo inconcluso, con grandes lagunas en el tiempo y en el espacio. Nuestros conocimientos del pasado más remoto del hombre se basan con frecuencia aún en esquemas inestables. Pero las líneas maestras que empiezan a resaltar en una visión global de la prehistoria
dibujan ya una. trama sólida. En el conjunto de los capítulos de este libro, escritos por
autores de formación diferente, se ponen de manifiesto numerosas convergencias no premeditadas. Este resultado justifica ampliamente el partido adoptado.
MARIE-HENRIETTE ALIMEN
MARIE JOSEPH STEVE