Peregrinajes
Description:... Una vez sub, con Carelihsugah, la mujer que amo, a una montaa de altas cumbres en Agra, a orillas del ro Yamuna en Uttar Pradesh. Eran finales de enero y el frio hera su piel sensible. Se cubri con mi rado manto y se le vean los trocitos de la felicidad en el rostro, como escarchas de ternura, estaba plena. Yo, me dediqu, junto a ella a ver los distintos paisajes que por minutos y a su antojo, Dios pintaba en exclusiva, cremos, para nosotros dos. (La montaa encantada) La mujer, sigui diciendo el maestro, se queja a veces de que es utilizada como un objeto sexual. Pero esa es su tarea fundamental y estn conscientes de ello. Por eso utilizan lo que los hombres queremos de ellas para manipularnos cual marionetas a su antojo. Son las titiriteras del circo de la humanidad. La mujer solamente disponible de un trece por ciento de capacidad para aprender a conducir vehculos, no se atrevi a intentar el alisador de pelos ni la ropa de mezclilla, ni la mquina de lavar ropa, ni tampoco la mquina de escribir, cuatro creaciones de la mente masculina que la han liberado y ayudado inmensamente para verse bellas y modernas. La mujer es el nico animal que sangra cuatro das por una herida, y no muere. (Visita a Schopenhauer)
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