El retrato de una época legendaria para la esfera intelectual española y el sector del periodismo, a través de cinco de sus protagonistas.
Alrededor de 1900 las redacciones de los periódicos estaban repletas de bohemios que acudían allí para calentarse o para demandar una colaboración. Pero no todos eran hampones y pedigüeños. Entre ellos había literatos de altura que pasaron a la historia como la Gente Nueva y fueron coetáneos, compañeros de café y colegas de modernistas y noventayochistas. Algunos de ellos fueron auténticos pioneros, los primeros corresponsales, cronistas y reporteros, y conformaron los inicios del periodismo moderno.
Además de una magnífica contextualización histórica y la descripción de las relaciones entre el periodismo y bohemia de aquel tiempo, Cronistas bohemios reúne algunos de los mejores textos -precedidos de un perfil de cada autor-, excelente muestra de las grandes aportaciones de esta bohemia a la historia del periodismo, esencialmente en el lenguaje (basado en la paradoja y el uso de la palabra como explosivo), el contenido (de calado social) y el humor(a menudo ácido, incluso negro).
Los cinco autores aquí reunidos son Antonio Palomero, Alejandro Sawa, Pedro Barrantes, Joaquín Dicenta y Luis Bonafoux, nombres que hoy no representan gran cosa. Sin embargo, estos textos tienen muy poco que envidiar, en calidad, en estilo, en atrevimiento y en novedoso enfoque, a lo que muchos años después conoceríamos como nuevo periodismo. Se pueden leer, hoy mismo, con gusto y asombro.
Reseñas:
«Además de una magnífica contextualización histórica y la descripción de las relaciones entre periodismo y bohemia de aquel tiempo, Cronistas bohemios reúne algunos de los mejores textos, precedidos de un perfil de cada autor, excelente muestra de las grandes aportaciones de esta bohemia a la historia del periodismo, esencialmente en el lenguaje (basado en la paradoja y el uso de la palabra como explosivo), el contenido (de calado social) y el humor (a menudo ácido, incluso negro).»
Todo Literatura
«No dejaron huella aparente en el oficio. La Guerra Civil partió en dos el rastro de aquellos hombres en beneficio de una amnesia triunfal que borró su estela. Pero de esos días delirantes quedan sus crónicas y el peso de leyenda que los enclavijó en la bohemia cuando en verdad fueron algo más. En un entorno de sacamantecas, feriantes de café y colmeneros del hambre y la cazalla, dibujaron un periodismo de buen paño que se levantó en los periódicos, en las redacciones de vinagre y ruido, en el fervor de un Madrid sacudido de miseria y sediento de honor, síntomas de una época tremenda y feliz. De una forma de hacer periódicos con el ideal puesto en el último café que cierra más allá de la madrugada.»
Antonio Lucas, El Mundo
«Miguel Ángel del Arco compila el periodismo más rapaz, más veloz, más hermoso, en un libro inagotable: Cronistas Bohemios.»
Diego Medrano, Libertad Vigilada
« Cronistas bohemios es un libro claro y ágil que disfrutarán todos los aficionados a la literatura y los aficionados a la historia.»
Ramón Irigoyen, Diario de Navarra